jueves, 24 de diciembre de 2009

Miranda (y su cliché de los hombres-plantas)

Es verano otra vez. Samantha volvió al barrio. Las obligaciones que nos impedían reunirnos a nuestro café de viernes se terminaron. Es diciembre, volvemos a reunirnos, esta vez en un nuevo bar, un poco más pequeño y universitario. La gente del bar ya nos reconoce y el mozo luego de dos viernes aprendió que Samantha come las medialunas rellenas sólo con queso y Charlotte sólo con jamón, que Carrie es la más indecisa de las cuatro y que probablemente la próxima vez en lugar de propina le dejemos un anotador para evitar confusiones (que por cierto, terminan siempre jugando a nuestro favor: alguna medialuna de mas, etc.).

El viernes pasado no pudimos reunirnos y ya pensaba con entusiasmo en este próximo viernes, pero por cuestiones navideñas me parece que no podremos reunirnos tampoco esta semana. Sam me dijo: lo pasamos para el lunes… Pero creo falta mucho para el lunes, y entonces volví a entrar al blog. Qué lindas aquellas tardes… pensé. ¿Qué fue de nuestras vidas de ahí en adelante?

Sam hizo una especie de recuento en un post de septiembre, pero lo cierto es que poco sabíamos unas de otras por entonces. Ahora hemos vuelto a las andanzas cafeínicas y podría contar muchas cosas. Pero se me ocurre en este momento una historia como la más interesante, teniendo en cuenta lo mucho que se hizo desear en meses pasados.

Sabíamos que Miranda andaba con McCactus, que parecía simpático pero que la cosa parecía ir a ninguna parte. En simples palabras y resumiendo … era una relación de puro sexo. Y convengamos que el sexo no tiene nada de malo, pero es mucho más interesante combinarlo con salidas, conversaciones y esas cosas. Con el tiempo la cosa se alargaba y era siempre igual… nada… como un globo pinchado.

Resulta que un buen día, ArquiMan, mi actual pareja, cumplió años e invito a muchos amigos, entre ellos Miranda, Sam, y un compañero de la facultad que a simple vista era el clon de uno de sus mejores amigos. Vamos a llamarlo Árbolito. No por la banda, ni por el conocido indígena de las pampas. Simplemente, Árbolito.

Árbolito había venido a una reunión en lo de Miranda el año anterior y nos había caído a todos muy bien, buena onda, conversador, interesante y físicamente idéntico al amigo de ArquiMan. En aquel momento apenas si se nos cruzó por la cabeza que Miranda y Árbolito podrían interesarse, pero ahora, en el cumpleaños de Arquiman, y luego de verlos conversar apasionadamente sobre literatura y filosofía largo rato, esquivando notablemente las interrupciones de los demás, pensamos que sería interesante y hasta divertido que nuestros amigos salieran. Arquiman y yo lo pensamos por separado y no nos lo dijimos hasta el día siguiente, que riéndonos y entusiasmadísimos como si fuera un juego pensamos diversos planes para reunirlos. Qué metidos, podrían pensar, pero lo cierto es que no hicimos nada: no mucho tiempo después los hilos comenzaron a tejerse solitos. (Por cierto, creo que Miranda debe estar enterándose de nuestros planes macabros ahora!)

Arbolito y Miranda comenzaron a mandarse mensajes y luego empezaron a verse, en plena época de exámenes. Ninguno hablaba demasiado al respecto. "La pasamos bien", "Si, buena onda", y Arquiman y yo andábamos como dos mosquitos hinchabolas rondando por separado a nuestros amigos. Lo poco que lográbamos saber de él era que la posibilidad de una negativa de Miranda lo ponía nerviosísimo.

“Es asi como cursi” me dijo ella un día, como si no pudiera esperarse tal cosa de un filosófo frío, crítico, delirante y un poco cerrado. Y lo cierto es que eso la asustaba. Besos apasionados, unas flores, cenas galantes en su depto... Miranda no se sentía en su salsa, pero estaba firme en cada invitación suya.

Enseguida empezamos a salir de a cuatro. Ellos hablaban de su tema favorito: arquitectura, y nosotras de literatura. Cada tanto mezclábamos temas de conversación y armábamos discusiones acaloradas en mesas ubicadas justamente arriba del horno del restaurante, caminamos por media capital para encontrar algún bar y terminábamos siempre en los semipisos improvisados y calurosos. Ellos andaban como dos tortolitos, y Arquiman y yo soñando con nuestro próximo viaje al norte.

Una tarde me manda un mensaje para vernos y contarme de la primera noche con él. Nos sentamos en un banco de plaza, con la tranquilidad de que nadie nos escuchaba, y en pocos minutos fuimos asediadas por niños que corrían a nuestro alrededor. Aún así, como en un contraste terrible, me dijo: “Es una bestia!” Al parecer el filósofo cursi se había revelado un sex symbol con los Rolling Stones a todo volumen a las 3 de la mañana y había logrado que Miranda dijera “por favor, basta” al amanecer. Pero ella concluyó: “Fue el mejor sexo de mi vida”.

La noche siguiente, sábado, una amiga suya la invitó a su casa a la noche. Allí estaba McCactus y Miranda se hizo la distraída todo lo que pudo. En un momento quedaron casualmente solos en la terraza, y McCactus se apoyó en la baranda al lado de ella para charlar. Levantó su brazo y puso la mano en el hombro de Miranda. Ella ni se movió, se quedó con la mirada sorprendida, fija en un punto, medio tentada y pensando qué podría llegar a pasar después. Se imaginó contando que en un mismo fin de semana se había acostado con dos flacos diferentes. No tenía compromisos con ninguno, pero la situación de todas formas era bizarra. Pero lerdo como siempre, McCactus al rato separó su brazo y se alejó. No recuerdo bien si antes o después de ese día le mandó mensajes como que andaban en algo, pero lo cierto es que Miranda no arregló más con él para verse. Creo que los mensajes de Árbolito la fueron convenciendo más.

De ahí en adelante no han dejado de verse. Ni aún con dos horas de viaje para hacerlo se frenan.
Y aún así Miranda anda como asustada. “El otro día me llamó al celular, no escuché bien porque estaba en una combi, en la autopista, con unos bocinazos terribles, pero creo que me dijo ‘te quiero, besos’. ¿¡No es muy pronto para eso?!” Me reí, le dije que no. Pero pienso que no me cree.

¿Es que acaso hay un tiempo para encariñarse con alguien? ¿No será quizás un poco el miedo a lo que pueda pasar? ¿a engancharse?

¿Ustedes qué opinan? ¿Cuál es el momento para engancharse? ¿Cuándo se abre la puerta al cariño y cuándo se anda con cautela? ¿O es quizás una cuestión de personalidades?
Yo creo que el miedo siempre anda por ahí metiendo la cola, pero ya veremos qué piensa Miranda…





(Dicho sea de paso, felices fiestas a todos!)

domingo, 20 de diciembre de 2009

mi blog aparte

Queria informar que estoy con un blog nuevo para contar mi historia.
Espero verlos por ahi:

jueves, 24 de septiembre de 2009

Volviendo...

Entre leer un blog, y pensar (Hace bastante tiempo ya) en abrir uno nuevo... Me resigne a no actualizar mas hasta que actualizara Miranda, y volver a las andanzas que por aqui traen.
Creo que no poder hablar mucho de mis amigas, ya que dado a cambios de horario, mudanzas y demas pequeñeces, ya no tenemos las reuniones de cafe habituales que soliamos tener.
Despues de cinco meses, estoy aca, de nuevo... Esta vez dispuesta a ser la unica que actualiza, si mis compañeras no lo hacen... Pero no puedo prometerles historias sobre ellas, ya que poco y nada se de sus vidas...
Por lo pronto, puedo hacerles un breve resumen de lo que se que le sucedio a cada una, desde el ultimo post, hasta el dia de hoy:

*Charlotte: Como dijo en la ultima entrada, el volvio, Mr. Inseguridad... Siguen juntos, hasta donde yo se sin mayores problemas, y de PePe, no se nada.

*Carrie: Lleva varios meses saliendo con Arquiman. De Sr. M, no hay noticia alguna, salvo que todavia queire volver con ella, y ella no quiere saber mas nada.

*Miranda: Tuvo un par de noches de pasion con McCactus. Pero hasta donde yo se, eso que asi empezo, asi termino. Y no hay noticia alguna respecto al tema.

*Samantha: Despues de un mes de espera, luego que G decidiera que necesitaba un tiempo para saber si queria seguir con ella, estan juntos otra vez, en carrera para cumplir su primer año.

Y por ahora, eso es todo lo que tengo para contar... Viendo que sucede con este intento de reflotar el blog, y mantenerlo a pesar de la faltas de reuniones, decidire si sigo aqui, o encuentro una nueva casa...

sábado, 18 de abril de 2009

Dale Miranda!!

Bueno como ya se habran dado cuenta nuestra queridisima amiga Miranda, no es muy participativa que digamos, por lo menos no en el blog, sin embargo lo lee. Asi que les queremos pedir su colaboracion para convencerla de que explaye aca sus pensamientos, despues de todo estuvo en todo momento de acuerdo con la formacion del blog y demas accesorias.

Miranda: sabemos de tus problemas de conectividad pero ya que te gustan tanto las letras, ponelas en un papelito, que nosotras las subimos!! sabemos que queres hacerlo Miranda! Es tu turno!! Nuestros lectores quieren saber que piensa Miranda! Quieren saber los detalles de McCactus!!!

Quien quiera que Miranda sea la proxima en actualizar el blog que firme aqui!!!

El juro que volveria....

.... y volvio.
Ayer me designaron de esta forma "ahora te toca actualizar a vos el blog!!" "y porque yo?" fue mi contestacion, "porque tenes algo que contar" casi me grito Sam. La verdad es que como lectores de nuestros altibajos se merecen saber que la semana pasada volvia con Mr.Ingenuidad, pero despues de todo no fue la gran cosa. Me llamo para vernos porque tenia algo que decirme, pero yo no estaba en mi casa. Asi que lo llame muchas horas despues cuando volvi. Le pregunte que hacia de noche y contesto que estudiar, asi que alla fui. Lo cierto es que no estudiamos, porque cuando llegue le pregunte que me queria decir, y dijo que ya era tarde que el momento habia pasado. A regañadientes logre conseguir que me dijera que pensaba volver conmigo, pero que se le habia pasado, y despues de un poco de charla termino preguntandome si queria volver con el. Obvio que ni lo pense, subimos para besarnos pero el venia de jugar a la pelota y estaba literalment "salado" asi que se fue a bañar, cuando volvio yo ya estaba dormida. Ese, sin glorias ni penas, fue nuestro regreso.

Pero lo que paso una noche anterior a esto, es lo que merece ser contado. Hace 5 años me hice hincha del club de Futbol L. Me converti en amante de esa pasion de la noche a la mañana un buen 14 de noviembre. Sencillo, un amigo mio me mostro lo que realmente era la pasion, el sentir en el hablar, en el gritar, en el vestire el color de la camiseta. Mi amigo PePe (asi lo vamos a llamar porque es Pura Pasion, por el club obviamente), me lleva a la cancha cada vez que yo tengo ganas. Siempre como buenos amigos, a menos que contemos la vez que nos besamos en su habitacion, y la otra que me beso en la cancha tras un gol. Con PePe nos vemos solo para ir a la cancha, aunque eso no quita que cada vez que nos vemos nos contamos TODO. La semana pasada nos encontramos en el facebook y arreglamos para ir a la cancha. A partir de ahi comenzaron ciertas tentativas de el para que pasemos un tiempo solos, ya sea antes o despues de la cancha. La decision fue comer en su casa, solos, despues del partido. 5 minutos antes de que empezara el partido me dijo que me iba a dar un beso si metiamos un gol, cambie el acuerdo a un beso si ganabamos, pero como siempre que voy a la cancha perdimos. En el camino de regreso me mimo para que se me pasara el dolor de la perdida. En su casa comimos y fuimos por helado para el postre. El en un sillon yo en el otro, el se termino su helado y yo le convide del mio para lo cual me pase a su sillon. Seguimos charlando y en un momento, le recuerdo que se habia olvidado de mi beso. Contesta que habiamos perdido, lo mire y le dije que me lo podria haber dado con el gol, me dice que todavia estaba a tiempo de darmelo, y yo me niego, a la cual no me deja eleccion y me dice que me lo da igual... y me lo da.... Nos besamos unas cuantas horas... Primero en el sillon, despues en la escalera, y en la cama de su hermana... Hay un detalle que me da verguenza contar.... pero el punto es: Despues de eso, esta bien volver con tu novio como si nada hubiese pasado¿?

Espero sus opiniones....

jueves, 9 de abril de 2009

Un fin de semana extraño (parte 2)

Esa noche en el bar le planteé a mis amigas mi confusión. ¿Qué hago? ¿Es realmente mi amigo o es algo más? Se me cruzaban imágenes de mi muy reciente “ex” pero también momentos en los cuales la amistad con Arquiman parecía no ser tanto una amistad. Sam y Miranda, amigas suyas desde la adolescencia, prometieron no darme mayor información de él que la que le daban a él de mi pero en cierto modo me alentaron. “Si realmente te interesa, animate”. Más tarde, esa misma noche, lo invite a acompañarme a un evento cultural en Capital. Ni lo dudó.

A la tarde siguiente Arquiman me esperaba a la hora y en el lugar en que habíamos quedado. Todo el viaje hasta el lugar fuimos charlando como buenos amigos, sin insinuaciones pero con confianza. Al llegar al obelisco comprobé que había equivocado la hora del evento y el lugar aparecía completamente normal y cotidiano... ¡El evento ya había pasado! Le juré que no lo había inventado, pero lo cierto es que a mí me interesaba más esa salida a solas con él. Ya que estábamos ahí, decidimos ir a “El gato negro”. Con unos ricos cafés y un tostado de por medio hablamos como nunca de miles de cosas. De nuestras carreras, de las amistades, de anécdotas, de proyectos. En determinado momento hablamos de unos textos que él había escrito y me había dado a leer. Había uno en particular en que la indirecta se hacía demasiado directa y yo no dudé en admitirle que reconocía ese detalle.

Lo decía y las manos me temblaban. Mis sentimientos hacia él en aquel momento eran confusos. Lo quería y mucho, lo suficiente como para no querer perderlo ni lastimarlo pero al mismo tiempo sentía que tal vez estuviera confundiéndome si le daba a entender algo.

- Estoy confundida -le decía.- Me importás, la paso bien con vos.- Y no podía decir más nada. Ahí fue él quien me sorprendió. Me miraba fijo (desde hacía rato) y de pronto me dijo:

- Estoy enamorado de vos desde la primera vez que te ví.

Yo temblaba de arriba a abajo. Tenía las manos enfrente de mi cara, como a mitad de un movimiento y ahí se quedaron. No podía moverlas y me temblaban. No podía mirarlo a los ojos, miraba el lado interior de la vitrina llena de latas de cafés, tés y especias. Miraba las chinches que clavaban la tela de la vitrina. Pero por dentro me sentía más feliz que nunca. Una felicidad extraña, sentía que iba a explotar, que no entendía nada. Intenté explicar razones, intenté explicar miedos, barreras, indecisiones. Él me miraba sonriente y asustado a la vez. Me agarró una de las manos que seguían en el aire entre nuestras caras y me dijo que no había nada en que pensar tanto. Sonreí.

Después de conversar un rato más sobre otras cosas, pagamos la cuenta y caminamos por Corrientes hacia el obelisco. Cada tanto él me abrazaba contento, pero luego me soltaba, indeciso. Parecíamos dos chicos de 15 años.

Al llegar al obelisco nos sentamos y hablamos sin sentido. Nos miramos en silencio un segundo. Era obvio que lo que ambos queríamos era otra cosa. Y entonces sin dudarlo, nos besamos.


Y así es como completo el post anterior acerca de la amistad y el amor. Aún no somos pareja, ni llevamos mucho tiempo juntos, pero ¿quién sabe? Muchos amores empezaron de una sencilla y creciente amistad.

viernes, 3 de abril de 2009

Amor... Primero amistad.

Miranda siempre tuvo relaciones en las que primero fueron amigos, primero se conocieron, y luego, paso algo entre ellos.

El miércoles pasado, Miranda, Charlotte y yo tuvimos una reunión de café improvisada . Y en esta surgió el tema de como nace una relación, como es la mejor manera, para nosotras, de que esta ocurra.

G y yo fuimos amigos meses antes de ponernos a salir, Charlotte fue amiga de Mr. Inseguridad varios años, Carrie chateo un año con Sr. M, y Miranda, fue amiga varios meses de su ex antes de estar con el.

Siempre, nos conocimos primero. Miranda, Charlotte y yo, creemos que es la mejor manera, conocer primero a la persona, conocerla mucho. Creemos que el amor sin primero una amistad es insulso, falta algo.
Como dijo Charlotte: "No podría conocer a alguien, y al mes casarme como hacen muchos... Por mas que la amistad se de después." Tampoco Miranda y yo.

Esta charla nos llevo al problema que esta teniendo Miranda ahora.

Tiene interés por McCactus.... Pero él es muy cerrado, no se abre, y ella siente que no lo conoce. A su vez, siente que la relación no avanza... No va para ningún lado. No es que quiera hacerla oficial y seria ya... Pero esta estancada, y le gustaría dar un paso para algún lado.
Pero a su vez, no puede llegar a conocer a McCactus, por lo cual... No sabe que hacer. No sabe si el tiene interés por ella o no, no sabe si el quiere ir para adelante, o solo tener sexo con ella. Tampoco sabe como hacer para darse cuenta de estas cosas. ¿Cómo hace para que esto avance? ¿Cómo hace para que, implícitamente, le de a conocer lo que ella quiere?

Sin poder imaginarme como seria una situación así... Como poder "andar" con alguien sin conocerlo... Le di el mejor consejo que se me pudo ocurrir: "De a poco, muy sutilmente, dale a entender que te gusta... Cuando te acaricia o besa el cuello... Cuando te agarra de la cintura... O lo que sea que a vos te guste.
También decile que te gusta de el... Hacelo de forma muy inocente y disimulada...".

Charlotte estuvo de acuerdo conmigo, y mas que esto no pudimos decir.
Ninguna de nosotras imagina una situación así... Y ninguna de nosotras piensa que podría estar en esta.
Claro, Miranda tampoco lo hacia, hasta que, de alguna forma extraña, termino en ella.